La madera como material de construcción sostenible. Certificación LEED

El ahorro energético y la conservación del medio ambiente son las dos preocupaciones más importantes del hombre en estos comienzos del siglo XXI. Sobre todo, cuando se relacionan con la adquisición o el alquiler de una vivienda o del lugar, donde habitualmente se trabaja. La certificación LEED®, del U.S. Green Building Council, promovida en España por el Consejo Construcción Verde España® (Spain Green Building Council®), www.spaingbc.org, constituye el aval más serio de que un edificio cumple esas condiciones que hemos reseñado. En el pasado año, se ha producido un crecimiento acumulado, a nivel mundial, mayor del 70 por ciento en edificios Registrados y Certificados LEED®.

Una modalidad de construcción, en la que priman estas características, es la que usa la madera, que es uno de los materiales más antiguos empleados. Además, es el más polivalente, pues se emplea como estructura, como cerramiento interior y exterior, en laminados, en carpinterías, en techumbres y cubiertas, en pavimentos, etc. Las ventajas que presenta la madera en la construcción pueden resumirse en cuatro, que son: bajo costo, debido a su ligereza de peso y al escaso consumo energético necesario para su producción y elaboración; se trata, además, de un recurso natural inagotable, porque su producción depende de la energía solar que es infinita; y es más resistente que el acero y el hormigón y, finalmente, se pude cortar y trabajar utilizando herramientas y máquinas sencillas.
Todas estas características, han dado lugar a la constitución de la Asociación de Fabricantes y Constructores de Casas de Madera (AFCCM). Se trata de una organización profesional, de ámbito nacional, que se constituyó en el año 2000. La integran las principales empresas del sector y forma parte como miembro de pleno derecho de la Federación Española de Industrias de la Madera (FEIM). La citada Asociación pretende mejorar el conocimiento que el público y los distintos estamentos de la Administración tienen de las casas construidas con madera. Al tiempo, pretende también fomentar el desarrollo y la calidad de la construcción, a base de este material.
La construcción en madera presenta tres aspectos. Viviendas Modulares, clasificadas jurídicamente como bienes muebles, ya que se elaboran en fábrica y se instalan en el propio terreno. Las que se construyen sobre el terreno, que requieren cimentación y son de madera maciza y, finalmente, las que se construyen también sobre el terreno y no requieren cimentación y son de entramado ligero.
Una casa de madera reúne una serie de aspectos de confortabilidad y de calidad de vida, pues presenta una vuelta a la Naturaleza ya que, entre todos los materiales de construcción, la madera es el único natural y renovable. Las operaciones de transformación del árbol en madera son mínimas y apenas necesitan energía. La casa de madera nace del bosque, ese pulmón de la tierra que genera oxígeno, fija el anhídrido carbónico y reduce el efecto invernadero. En los bosques abandonados, los árboles mueren de viejos y sufren ataques de parásitos y se descomponen. Una explotación racional del bosque exige respetar el ciclo inmutable de la Naturaleza.
En otro orden de cosas, la casa de madera es una casa que respira, absorbe y expulsa la humedad, con lo que se regula el medio ambiente interior, por lo que contribuye a evitar dolencias de reumatismo y de las vías respiratorias. En definitiva, el campo bioeléctrico natural de la madera proporciona un estado de equilibrio en el cuerpo humano.
El presidente de la empresa estadounidense, Northland Forest Products, Jameson French, insiste en estrechar los lazos entre la industria de la madera y los grupos medioambientales, así como en perseguir la explotación ilegal de la madera.
El Consejo Construcción Verde España® (Spain Green Building Council®), www.spaingbc.org, apoya y premia directamente con el sistema de certificación LEED® que promueve el uso en todo tipo de edificios de madera estructural (estructuras, subestructuras, cubiertas, divisiones,...), productos de madera acabados para la construcción (puertas, ventanas, marcos, suelos, techos, persianas, rodapiés, zócalos, decoración,...), y maderas compuestas de reciclados, que posean la Certificación de la cadena de custodia de producto del Forest Stewardship Council (FSC). También apoya directamente el que los productos de maderas compuestas (paneles y partículas) no tengan urea-formaldehído añadido, para mejorar la condiciones de la calidad del ambiente interior de los edificios y el que las maderas compuestas (contrachapados, laminados, partículas,...) procedan del reciclado de otros productos de madera. Apoya indirectamente su contribución a la eficiencia energética del edificio, por sus características aislantes, en el área de energía y atmósfera.
LEED® cuenta además con un programa especial de Certificación llamado LEED-HOMESTM, que está dirigido específicamente a las viviendas unifamiliares y a las de pareados y adosados hasta dos plantas, con un especial énfasis y apoyo a las viviendas de madera.
El hacer una casa de madera LEED® supone el hacer una casa mejor, un producto diferenciado en el mercado, contribuir a una reducción de la huella en el medio ambiente y mejorar el bienestar de las personas que viven en ellas.

Alberto Miguel Arruti
Profesor Emérito
Ciencias de la Comunicación
Universidad San Pablo CEU
Doctor en Periodismo y Medios de Comunicación, UCM
Doctor en Ciencias Físicas, UCM
Máster en Planificación Energética, EOI

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